Así, en todas estas esferas-pintura, escultura, dibujo, música, canto, danza, gimnasia, juegos, deportes, escritura y oratoria-, podemos desarrollar, para nuestra satisfacción, y a lo largo de toda nuestra vida, formas complejas y especializadas de exploración y experimentación. Gracias a un minucioso entrenamiento, como actores y como espectadores, podemos sensibilizar nuestra reacción al inmenso potencial explorador que nos brindan estas actividades. Si dejamos a un lado sus funciones secundarias (ganar dinero, conseguir una posición, etcétera), surgen de todas ellas, biológicamente, como prolongación en la vida adulta de pautas de juego infantiles o preinfantiles, o como superposiciones de "reglas de juego" a los sistemas adultos de información-comunicación.
Estas reglas pueden formularse en los siguientes términos:
1) investigarás lo que no conoces hasta que llegue a serte familiar;
2) repetirás rítmicamente lo familiar;
3) variarás esta repetición de todas las maneras posibles;
4) elegirás las más satisfactorias de estas variaciones y las cultivarás a expensas de las otras;
5) combinarás una y otra vez estas variaciones; y
6) harás todo esto por ello mismo, como una finalidad en sí misma.
Estos principios se aplican a todos los grados de la escala, ya se trate de un niño que juega en la arena, ya de un compositor qque trabaja en una sinfonía.
DESMOND MORRIS
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